1. Aceptar y continuar con la vida, aunque duela Aceptar la situación y seguir adelante, pese al dolor, es una reacción de madurez emocional. Esta respuesta refleja una personalidad resiliente, que valora la autonomía emocional y tiene confianza en su capacidad para superar el dolor. La persona entiende que no puede forzar el amor de la otra persona y, aunque sufra, se enfoca en sanar y en construir una vida donde puede encontrar paz y felicidad de nuevo. 2. No aceptar y proponer ir a terapia e intentarlo nuevamente Al no aceptar la ruptura e insistir en una solución, como terapia de pareja, la persona muestra una tendencia a la persistencia y una creencia en el potencial de cambio. Esta reacción denota alguien que, en lugar de rendirse, prefiere intentar todo lo posible para salvar la relación. La esperanza de que las cosas puedan mejorar refleja optimismo, aunque también puede ser una señal de dependencia emocional si la insistencia va en contra de la voluntad de la pareja. 3. Echarse a morir de depresión Análisis: Dejarse llevar por la depresión refleja una incapacidad para manejar la pérdida y la falta de herramientas emocionales para enfrentar la situación. Esta reacción muestra un apego profundo hacia la relación y una dependencia emocional fuerte. La persona percibe la ruptura como algo devastador y posiblemente ha definido gran parte de su identidad o felicidad en función de la pareja. #resilience #autoestima #parejas